viernes, 12 de junio de 2015

Un cuadro del mañana…


Es martes y mi cuerpo pesa una tonelada
el día está muy oscuro cubierto de agonía,
y le pido a la virgen que venga a mi morada
a traerme la luz que clama el alma mía.

Hay tanta oscuridad en medio del verano
que me impide mirar la claridad de nuevo,
te suplico de hinojos que me tiendas la mano
tú que todo lo puedes escúchame este ruego.

Hoy he visto con llanto sus muros derrumbados
tantos sueños truncados a mitad del camino,
por mucho que ella intenta se quedan atrapados
hasta que llegue el día de vencer su destino.

Después de muchas sombras vendrá la claridad
y las dos pintaremos un cuadro del mañana,
donde no hayan tristezas sino seguridad
para escalar la cima de una hermosa montaña.

María B Núñez









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